
Los Simpsons 'inmorales' en Moscú
Dos de las denuncias de este pacato moscovita son bastante ociosas. La violencia ha sido una característica de los dibujos animados desde su prehistoria, y no hay más que ver como se parodia con inusitada ferocidad dentro de los propios episodios de los Simpson. Bart y Lisa no se pierden un capítulo de "Rasca y Pica" y, cuanto más salvajes son los gags, más se ríe el pequeño demonio que es Bart.

El sexo no tiene una presencia especialmente relevante en Los Simpson. Si bien se suele poner en la picota el puritanismo estadounidense y se aboga por la tolerancia con otras formas de sexualidad no ortodoxas, como la homosexualidad, son numerosos los episodios donde se cantan alabanzas a la monogamia y al sexo dentro del matrimonio.
Sin embargo, en lo que a drogas se refiere tenemos que dar la razón a Smykov. En pocas series de TV, y menos si se trata de dibujos animados, se hace una burla tan descarada del puritanismo químico impulsado por EE UU. Es imposible reseñar con detalle ni siquiera una mínima parte de las referencias positivas al uso de drogas en Los Simpson. Jordi Cebrián lo intentaba en un estupendo artículo publicado en la revista Cáñamo y que se puede encontrar en la red:
Los Simpson y las drogas: el lado psicoactivo de Springfield
Desde afrodelia recomendamos los Simpson por muchas razones, pero especialmente por su aproximación a las drogas, un oasis de buen humor e irreverencia en una caja tonta que, cuando trata el asunto, desciende hasta el retraso mental aún más que en otras ocasiones.