28 abril, 2006

Después de la mutación

Culianu y su noviaIoan Petru Culianu fue el discípulo más brillante de Mircea Eliade. Le volaron la cabeza en el 91, después de dar una conferencia en Estados Unidos (era profesor en la Universidad de Chicago, como Eliade). Vivió ajeno a las mediocridades del circo académico, conoció y amó las religiones antiguas, la gnosis, la magia. Ted Anton escribió un libro, editado en Siruela ("El caso del profesor Culianu") en el que analiza el misterio de su muerte.

Culianu criticó con dureza la situación política de Rumanía, mantuvo contacto con círculos esotéricos y tuvo razones para enemistarse con la Guardia de Hierro de Codreanu (fue él quien cargó con el dilema de airear el pasado fascista de Eliade al descubrir en algunos de sus manuscritos esa vinculación). La suya es una de las pocas obras modernas que se acerca al mito y lo sagrado con talento, pasión y grandeza, sin provocar verguenza ajena.

Kali en acciónCulianu intuyó a su manera el Kali Yuga, la disolución de los tiempos. En su obra hay una imagen central: la mutación. Los tiempos actuales parecen el resultado de un capricho, de un imprevisto que se ha multiplicado hasta convertirse en una ley de hierro. Una mosca sin alas (la Reforma, la Contrarreforma, un fantasma que habría hecho reír a los niños) ha prosperado milagrosamente y ha acabado devorando todos los palacios, las imágenes más hermosas, la antigua noción de belleza y de memoria. Cualianu diagnostica esa metástasis y nos recuerda que el campo de lo posible es infinitamente más amplio.

"Eros y magia en el renacimiento" es el libro perfecto para descubrir a contrapelo el Renacimiento, salvando la cáscara de humanismo y de librepensamiento laico que nos ha quedado, y que monopoliza en la actualidad la interpretación de esa época. Culianu nos habla de la gnosis, de la imaginación, de la memoria como forma suprema de magia, del erotismo, de los sistemas modernos de desinformación, de la alta política, de la moda. Su libro, un catálogo de objetos perdidos, tiene pasión, esa enfermedad sagrada que la literatura está a punto de olvidar.

Giordano BrunoA Culianu le interesó mucho la magia, que en su obra es siempre eros cruel, transfigurado. Quizá por esa razón le apasionaba tanto la obra de Giordano Bruno, hoy injustamente idolatrado como el garante supremo del estado laico, como un animal que se sacrificó por las tristezas de la razón. Giordano Bruno, sin embargo, creía en la magia, y la magia fue siempre en su obra el arte de los vínculos, una erótica pura. El mago conoce el vínculo de los vínculos, el eros, y ata y desata a su antojo. Para Culianu el mago de Giordano Bruno es una metáfora brillante del poder, una forma absoluta de lo imaginario, entendiendo por imaginario, como Corbin (él diría imaginal) el corazón de lo real, aquello que se nos impone. A su lado el príncipe de Maquiavelo, que está inflamado todavía por un sentido de la aventura, es un fantoche, un niño ingenuo empachado de moralismo. Culianu, que no es sólo un nostálgico, traza paralelismos entre esa figuEros y Psiquera y diversas versiones profanadas de nuestro tiempo: el dédalo de agencias del Gobierno, hombres de negro, activistas, espías, propagandistas y políticos corruptos que excitan la fantasía de Ellroy o DeLillo. El mago de Giordano Bruno, tal y como es interpretado por Culianu, merece un lugar junto al anarca y el partisano.

En "Eros y magia en el Renacimiento" también ocupa un lugar central la memoria, una memoria que nos invita a recuperar recorriendo al revés la deriva de la Naturaleza, saltando al otro lado de la mutación. La memoria renacentista, degradada por tanto best seller malo, o, peor aún, por tanto novísimo ebrio de exotismos, no era una engañifa. Desde la Antigüedad permitió a los estudiosos retener cantidades de información que hoy nos parecerían absurdas, desmedidas. En el Renacimiento alcanzó su forma más perfecta y se fundió con el esoterismo de Giordano Bruno, Ficino y otros. Belvedere, de EscherExistió otra manera de memorizar que se pierde en el tiempo, una forma diferente de inscribir el mundo y sus leyes en la mente. Ese método, que era también un arte, se basaba en la evocación de lugares: jardines, escalinatas, palacios o casas abandonadas. Las personas retenían en su mente esos espacios y fijaban en ellos aquello que deseaban conservar, cifrándolo en imágenes. Posteriormente el recuerdo consistía en un paseo por las mansiones y los teatros soñados, en una visita imaginaria a símbolos y a códigos secretos que contenían una historia. De todo esto y de otras muchas cosas habla Culianu.

También es muy recomendable "Más allá de este mundo. Paraísos, purgatorios e infiernos: un viaje a través de las culturas religiosas". Es un compendio de rupturas de nivel, de leyendas, mitos y dogmas relacionados con el infierno, el paraíso y el purgatorio, atendiendo tanto a las religiones como a la literatura. Dante, marionetas, los viajes en grulla de los taoistas, la mística iraní, servíos a vuestro gusto.

Tenéis "Eros y magia en el renacimiento" en una edición maravillosa de Siruela y podéis encontrar "Más allá de este mundo" en Paidós Orientalia. Espero que alguien lo disfrute tanto como yo.

Autor: Monsieur Tiffauges para cafexpan
Más en: El Poder y la Magia
25 abril, 2006

10 horas en el Paraíso: un trip report de mescalina

Cristales de mescalina extraída del T. PachanoiNo abundan los trip reports en castellano, y tampoco existen webs que se ocupen de recopilarlos, como hace Erowid en el ámbito anglosajón. Cuando uno se encuentra con un relato de un nivel por encima de la media, como es este de Gancho encontrado en el cannabis café, no puede por menos que sacarlo de las profundidades del foro, donde podria perderse con el paso del tiempo. Por supuesto que los psicodélicos tienen dos caras que, a menudo, se manifiestan en un mismo viaje. Por si alguien quiere contrastar esta experiencia extática y decididamente positiva con otra no tan agradable, puede visitar el weblog de Porku y leer otro excelente informe radicalmente opuesto a este.

"El reloj marcaba las 2:00 pm. Hacía casi ya dos horas desde que mi compañero de viajes y yo ingerimos 25 gramos de polvo de Trichocereus Peruvianus con zumo de naranja. Estábamos inquietos. Tenía una extraña sensación, como si una microscópica palanca se hubiera activado en mi cerebro. Reloj, no marcas las horas... con mescalinaNo pasaba nada, pero tenía la absoluta certeza de que algo grande se estaba cociendo y no tardaría en desvelarse.

De pronto, todo comenzó. La temperatura corporal había subido. En un instante, las paredes, los pósters de Bob Marley de la habitación, las fotografías de viajes a lugares lejanos, todo, absolutamente todo, comenzó a respirar. Era como si una invisible brisa estuviera acariciando los objetos. Pequeñas olas comenzaban a crecer, susurrando explosiones de color a cada objeto que mantenía la mirada. Cerré los ojos por un momento, esperando ver bellos caleidoscopios o quizás un bombardeo emocional de imágenes aleatorias, pero nunca pensé que llegaría a presenciar semejante belleza. Un bosque de hayas, el trasluz del sol que apenas deja llegar unos pocos rayos al suelo. Puedo notar el manto suave de hojas bajo mis pies aderezado con un dulce rocío. No sólo estoy viajando por un lugar tan nítido y real como la realidad convencional, sino que estoy sintiendo de una forma real, ultrarreal. Podemos recordar la sensación de la espuma de las olas, efervesciendo en nuestros pies a la orilla del mar, pero la pregunta es, ¿podemos revivirla? La respuesta es sí. Sentir no sólo el placer que nos produce esa sensación, sino cada célula de nuestro cuerpo gozando orgásmicamente de la envoltura de esa espuma, que nos produce una descarga de absoluto éxtasis de placer indefinido. Lo único que puedo hacer es llorar de emoción, sentirme la persona mas afortunada del mundo durante ese instante, ¿o fue una eternidad?

Miro el reloj. Han pasado cuatro horas ya desde el comienzo de los efectos. La mescalina tiene una cualidad peculiar respecto a otras sustancias, como los hongos o la LSD. Comienza a subir a las dos horas. Uno va inexorablemente subiendo de nivel de una forma sutil y estableciéndose durante unos minutos, luego continúa subiendo de escalón durante unas 5 horas, sin hostiazos, sin olas que te llevan y te traen a la realidad ordinaria. Una subida sutil y progresiva, como si de un globo aerostático se tratase. Pero ojo, a veces hay turbulencias. La percepción temporal se ha disuelto en un mar de imaginería: arcos de medio punto, patios con naranjos y vendedores de especias siguen su curso vital en una época indefinible, pero definitivamente anterior a la actual. Bob tridimensionalizándoseEsta vez podría ser una abeja, o un pajarito, ya que puedo ver desde arriba las callejuelas árabes de esa remota España del Al-Andalus y a una velocidad pasmosa que no incide sobre la definición. El detalle más nimio concede a este lugar un carácter ultrarreal.

Miro a mi alrededor. El póster de Bob Marley es de photomosaic, de ésos hechos a base de miles de portadas de disco en pequeño. Bien, veo a Bob Marley totalmente salido de la pared. Tridimensión trimetoxifeniletilamínica, como los dibujos del "Ojo Mágico", pero en Cinemascope. Bob Marley se mueve. De repente, es un león. No tengo que hacer el menor esfuerzo por verlo. Retiro la mirada, vuelvo a mirar. Sí, definitivamente es un gran león fumándose un porro y mirándome a los ojos con serenidad y alteza.

La memoria inmediata se me ha reducido a polvo. Voy a la cocina, cojo chocolate ¿Qué hago aquí?, ¿De quién es esta casa? "Olvídalo. Estás a tope de mescalina. Cómete el chocolate", me dice una pequeña voz. Una explosión de sabor se adueña de mi paladar; un dulzor que me hace despertar y volver al cuarto.

Mi colega está tumbado en el suelo, sonriendo de placer mientras saborea cada nota de la maravillosa canción "Golden Brown", de los Stranglers. He de decir que no he probado ninguna sustancia que supere a la mescalina en cuanto a percepción auditiva. La música condiciona mucho el viaje, ya que mi imaginería se construye en cimientos de pentagramas, algo que no deja de asombrarme.

Han pasado ya nueve horas desde que comenzó a subir. Estamos más tranquilos, con una paz agradecida tras la catarsis sensorial y la continua euforia. Estoy un poco rojo y acalorado. La cabeza comienza a dolerme un poco, aunque desconozco si se trata del San Pedro o de la infinidad de canutos que han acolchado el viaje. Comienzo a mirar las fotos del cuarto. Hay una foto en particular, no puedo creer lo que veo, es una foto del paseo por el parque del Oeste que lleva de Moncloa a Ciudad Universitaria. La foto esta en blanco y negro, y sin embargo colores primarios comienzan a colorearla, suavizarla y transformarla definitivamente en una belleza impresionista digna de Van Gogh. La profundidad de la foto es abismal, idéntica a una ventana que te concediera una mirada a un tiempo y un espacio desconocidos, pero a la vez familiar. Una aspirina y como nuevoSin duda es maravilloso observar todo. Todo adquiere una nueva significación que le dota de gran importancia. Se manifiesta la esencia de cada cosa, desde un lápiz a un sonido de bajo de los Led Zeppelin.

Tomo como referencia el póster de Bob Marley. La mescalina es tan terrenal que a veces pienso que los efectos se han acabado, así que tomo como referencia los visuales del póster, que desgraciadamente han dejado de tener su anterior significación. Es la 1:00 AM y los efectos han pasado definitivamente. Sólo tengo un persistente dolor de cabeza que tendré que calmar con una aspirina horas después. Esa noche intenté dormir, pero me dio la sensación de que no lo hice. Sueños lúcidos y vívidos en los que de repente despertaba en medio de la noche, así hasta por la mañana. Desperté con el cuerpo perfecto, tranquilo y con una sensibilidad especial hacia todo lo que me rodeaba, que duró hasta hoy domingo 23 de abril.

Espero que el relato os haya acercado un poquito más, a las maravillas de esta sustancia, de nuestra mente y del mundo que nos rodea."

Enviado por Gancho al cannabis café
18 abril, 2006

Todas las mujeres son una para el que ama

Unio Mystica, por Andrew Gonzalez. Pincha para ampliarRecientemente vi Rembrandt, una espléndida película de Alexander Korda que no sería lo mismo sin la excepcional interpretación de Charles Laughton. Dos secuencias de la película me llegaron muy hondo. A la primera le corresponde la transcripción del diálogo que sigue más abajo. La segunda nos muestra a un Rembrandt viejo, arruinado y enfermo coincidiendo en una taberna con unos pintores jóvenes y sus hermosas amantes, que en un principio no lo reconocen y le invitan a unos tragos para reírse de él. Toda la película es una delicia, pero la escena citada y la que va a continuación fueron para mí los momentos cumbre. Esta transcurre también en una taberna, donde los parroquianos se burlan del pintor por seguir enamorado de su esposa Saskia tras siete años de matrimonio. Rembrandt no se inmuta ante las chanzas y les cuenta esta historia.
«-Había una vez un hombre en la región de Ur. El Señor le concedió todo cuanto el corazón humano pudiera desear, pero por encima de todo ese hombre estaba enamorado de su esposa.
-Debía de tener un secreto.
-Lo tenía.
-Me gustaría conocerlo.
-Una vez tuvo una visión. Una criatura, mitad mujer, mitad niña, mitad ángel, mitad amante, pasó rozándole. Y, de repente, él supo que cuando una mujer se entrega a un hombre, éste posee a todas las mujeres. Mujeres de todas las edades, clases y razas. Y más que eso: la luna y las estrellas, todos los milagros y las leyendas. Son tuyas las muchachas de piel morena que inflaman tus sentidos con sus juegos. Las serenas mujeres de cabellos dorados que te incitan y te rehúyen. Las dóciles que te sirven. Las delgadas que te atormentan. Las madres que te engendraron y amamantaron. Todas las mujeres que Dios creó de la prolífica fecundidad de la Tierra son tuyas en el amor de una sola mujer.
-¿Cómo?
-Echa suavemente un manto de púrpura sobre sus hombros y se convierte en la Reina de Saba. Apoya ciegamente tu despeinada cabeza sobre su pecho y será Dalila, esperando para sojuzgarte. Quítale sus adornos, despoja su cuerpo hasta el último velo y ella es la casta Susana, cubriendo su desnudez con manos temblorosas. Contémplala igual que contemplarías a mil mujeres extraordinarias, pero no la llames nunca "tuya" porque sus secretos son inagotables y nunca llegarás a conocerlos todos. Llámala por un solo nombre. Yo la llamo Saskia.»

Last.fm Tumblr

Comentarios recientes

Blogroll