21 diciembre, 2005

Sexo, drogas y los Simpson

Pincha para una parodia de 'Requiem for a Dream', pero con hamburguesasSegún una nota de prensa de la agencia EFE, un abogado moscovita, de nombre Igor Smykov, presentó hace tres años una demanda ante los tribunales en la que exigía la retirada de series como Los Simpson y Padre de familia por apología de la violencia, el sexo y las drogas. Además, y como compensación por los "daños morales" sufridos (se vé que el hombre era adicto a estas series), Smykov pedía 10.000 dólares. Las pretensiones del avispado leguleyo se han topado con el rechazo del tribunal que ha juzgado el caso, pero, con la contumacia que caracteriza a los cruzados morales, Igor ha anunciado que llegará hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (¿¿??) si fuera necesario.

Los Simpsons 'inmorales' en Moscú

Dos de las denuncias de este pacato moscovita son bastante ociosas. La violencia ha sido una característica de los dibujos animados desde su prehistoria, y no hay más que ver como se parodia con inusitada ferocidad dentro de los propios episodios de los Simpson. Bart y Lisa no se pierden un capítulo de "Rasca y Pica" y, cuanto más salvajes son los gags, más se ríe el pequeño demonio que es Bart.
Una de muchas galerías porno de los Simpson
El sexo no tiene una presencia especialmente relevante en Los Simpson. Si bien se suele poner en la picota el puritanismo estadounidense y se aboga por la tolerancia con otras formas de sexualidad no ortodoxas, como la homosexualidad, son numerosos los episodios donde se cantan alabanzas a la monogamia y al sexo dentro del matrimonio.

Sin embargo, en lo que a drogas se refiere tenemos que dar la razón a Smykov. En pocas series de TV, y menos si se trata de dibujos animados, se hace una burla tan descarada del puritanismo químico impulsado por EE UU. Es imposible reseñar con detalle ni siquiera una mínima parte de las referencias positivas al uso de drogas en Los Simpson. Jordi Cebrián lo intentaba en un estupendo artículo publicado en la revista Cáñamo y que se puede encontrar en la red:

Los Simpson y las drogas: el lado psicoactivo de Springfield

Desde afrodelia recomendamos los Simpson por muchas razones, pero especialmente por su aproximación a las drogas, un oasis de buen humor e irreverencia en una caja tonta que, cuando trata el asunto, desciende hasta el retraso mental aún más que en otras ocasiones.
13 noviembre, 2005

Cuarenta comidas



"¡Cuarenta comidas! ¡La energía de cuarenta comidas tirada por la borda cada vez que caeis en el vicio solitario!. Una energía que vuestro cuerpo, en fase de crecimiento, necesita para su normal desarrollo. ¿No habeis observado esos hombres escuchimizados, enclenques, débiles, endebles, prematuramente viejos, que piden limosna por la calle o hurgan en los cubos de basura? ¿No los habeis compadecido? Pues bien: esos se masturbaron en su juventud. ¡Mirad en que triste estado se encuentran, ved adonde han ido a parar! ¡Notad a lo que conduce el pecado solitario! ¡Esas miradas sin brillo! ¡Esos músculos flaccidos! ¡Esos cuerpos sin energía! ¡Muchachos que se masturbaron! Ahí tienen la recompensa de su pecado: por un segundo de placer impuro, toda una vida de miseria y todo una eternidad de terribles tormentos en el infierno. Yo podría ahora, con sólo examinar el interior del párpado de vuestro ojo derecho, dictaminar, detectar, averiguar, cuál de vosotros se entrega al vicio solitario, pero prefiero no hacerlo, prefiero los que seais vosotros mismos los que os encontreis libremente con vuestras conciencias, a solas, cada uno delante de Cristo crucificado. ¡Ahi lo teneis!, ¡miradlo! ¡Atreveos a mirarlo a la cara! Miradlo bien y pensad que cada acto impuro que perpetrais añade una espina a la corona, que cada acto impuro es un escupitajo judío, un cintarazo saduceo, un latigazo fariseo, una bofetada sanedrínica, una puñalada masónica... ¿Hasta cuando vais a ser esclavos del más repugnante de los vicios?."

Encontrado en Jardín de Flores Curiosas
04 noviembre, 2005

Vampirella, los orgasmos y la marihuana

A raíz de una pregunta en EP3 (edición en papel) sobre marihuana y orgasmo, no he podido resistirme y he enviado una carta a Vampirella. Primero, la consulta:
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Muy lanzada en cuanto a sexo, demasiado prudente en cuanto a drogas
"Mejora el orgasmo cuando se ha fumado marihuana? ¿Por qué?" M. (27 años, Barcelona)
La marihuana es relajante, y muchos la consideran afrodisíaca porque desinhibe y tranquiliza, pero es difícil dosificarla de modo adecuado y no debe mezclarse su consumo con el de bebidas alcohólicas. No mejora el orgasmo en general; sería mejor decir que a ciertas personas les parece que lo mejora.
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Mi carta:

Estimada Vampirella:

Te escribo para pedirte un poco más de rigor en tus respuestas a las consultas sobre sexo y drogas en EP3.

Si alguien te pregunta sobre el orgasmo y la marihuana, deberías ceñirte a la pregunta, y no meter de matute mensajes cargados de moralina como "a ciertas personas les parece que lo mejora" (si se lo parece es que lo mejora: no hay mucho más que discutir), o tan falsos como "es difícil dosificarla del modo adecuado", o tan fuera de tema como "no debe mezclarse con bebidas alcohólicas". Te invito a que te pases por Afrodelia, un weblog dedicado a la combinación de sexo y drogas y a que busques otras fuentes de información distintas de las oficiales, generalmente tan cargadas de prejuicios y mitos como no hace mucho lo estaba la totalidad de la clase médica en cuanto al sexo no reproductivo. Me parecen estupendos los consejos que das en tu sección de EP3, pero cuando hablas de drogas pareces la mismísima Elena Francis.

Te paso algunos enlaces a entradas de mi weblog que tienen que ver con sexo y marihuana por si te pudieran servir de algo en futuras consultas.

Conclusiones de un estudio sobre sexo y marihuana
Cannabis y sexo en La Razón
Del cannabis y sus efectos afrodélicos

Salud,
Johnny Lingam
Si recibo una respuesta, la pondré en el weblog.
Más sobre el despiste de los sexólogos modernos cuando hablan de drogas en:
Lorena, ay mi Lorena

01 noviembre, 2005

"Spaces", de MSN, censura el sexo pero aprueba las drogas

Pipas de crack de diseño en la web de la DEACualquier usuario con dos dedos de frente se abstendría de utilizar MSN Spaces para publicar su weblog. Ahora tienen una razón más para cambiar a otro servicio. Por cierto, ¿queda alguien, aparte de los fanáticos fundamentalistas, que use un filtro de contenidos?

El servicio de 'blog' Spaces, de MSN, incorpora un filtro que bloquea los conceptos 'indecentes' en los relatos publicados. El sistema filtra con especial esmero las palabras de índole sexual, aunque no se inmuta ante un manual que enseña a adolescentes a fumar la droga dura 'crack', informa Noticiasdot.

El servicio blog de MSN filtra material de seriedad reconocida como Pornography and the Law (Pornografía y la Ley) y Lolita (novela del autor ruso Vladimir Nabokov).

Sin embargo, la publicación Smoking crack ? A How-to Guide for Teens (Guía para adolescentes sobre cómo fumar cocaína) no tiene dificultad alguna con el filtro. Se produce entonces uno de los conocidos problemas con los filtros automáticos, que por tratarse de software no logran discernir ni aplicar criterio de la forma que lo haría un humano.

De manera estándar, el filtro no permite la publicación de las cinco principales palabras tabú en Estados Unidos: fuck, cunt, cocksucker, motherfucker y tits.

http://iblnews.com/story.php?id=5324
27 octubre, 2005

Conclusiones de un estudio sobre sexo y marihuana

Si Hitler hubiera dado unas caladitas...
"Charles Tart, una eminencia en esto de la enteodelia, publicó un trabajo muy interesante sobre marihuana y respuesta sexual del que extraigo algunas de las características que han destacado algunos usuarios de marihuana en combinación con el sexo."

1. Un sentimiento de prolongación del orgasmo (posible efecto de la percepción más lenta del tiempo)

2. La experiencia de cierto tipo de energía fluyendo, palpitando y/o explotando a través del cuerpo

3. Experiencias de determinada energía pasando de un miembro a otro de la pareja, ambos durante y después del orgasmo y de intercambios explosivos entre los organos sexuales y el cuerpo entero de la pareja durante el orgasmo.

4. Una inmersión absoluta en el acto sexual y en el orgasmo, sin distracciones de ningún tipo, mucho más evidente que de costumbre.

5. Las sensaciones orgásmicas se extienden por todo el cuerpo en lugar de concentrarse en las regiones genitales.

6. Un sentimiento de fusión de la identidad propia con la de la pareja durante el acto sexual y el orgasmo; un sentimiento muy profundo de compartir las sensaciones y del éxtasis.

7. Se experimenta el intercambio de energía como equilibrado y tonificante para ambas partes, más que como un desgaste o una pérdida.

8. Una mayor consciencia de los procesos somáticos que llevan al orgasmo, lo que lleva a una capacidad de coordinar temporalmente los movimientos de forma que se maximizan las cualidades placenteras del acto sexual y del orgasmo.

9. Experiencias de pérdida temporal del ego; el sentimiento de que el propio cuerpo toma el mando y el orgasmo sobreviene en lugar de ser provocado.

10. Un sentimiento de que la experiencia compartida con la pareja ocurre en un nivel arquetípico, en una escala más vasta que la experiencia de la consciencia inmediata.

Sex, Drugs and Altered States of Consciousness

Extraído de:
Impotencia sexual
Gracias a DDAA por la traducción.
03 octubre, 2005

Cannabis y sexo en La Razón

cabalgando sobre el cannabis

En un artículo sobre los motivos que da la gente para consumir cannabis, al autor se le han colado algunos datos que podrían llevar a un aumento de su consumo. Suponemos que el error es involuntario, pero no deja de ser algo curioso en un medio tan fanáticamente contrario a la marihuana como es la Razón.


"Pero también hay quien le confiere cualidades eróticas. Los que fueron adolescentes entre 1968 y 1978 parecen haber usado el cannabis en mayor medida buscando mejorar el sexo. Sin embargo, los más jóvenes buscan efectos psicoactivos más directos, como la relajación y la euforia. No obstante, el estudio revela que dos de cada tres usuarios han experimentado un aumento de su excitación sexual como efecto del cannabis y más de la mitad (58 por ciento) ha tenido experiencias de sexo prolongado e intenso bajo los efectos de esta droga. También refleja que el 18 por ciento de los consumidores veteranos han tenido relaciones sexuales arriesgadas entre las que se encuentran, según ellos describen, la cópula sin preservativo o el sexo con desconocidos."

Cannabis para combatir el aburrimiento

01 agosto, 2005

Sexo y psiquedélicos: experiencias reales

I am We, de James Sebor
Se supone que este weblog trata principalmente sobre sexo y psiquedélicos, pero siendo un asunto casi clandestino, no es fácil convertirlo en sujeto de las sucesivas actualizaciones. Para poner remedio a esto, y antes de que mis vacaciones interrumpan por un tiempo el discurrir normal de afrodelia, he traducido algunos fragmentos de experiencias con diversas sustancias enviadas a Erowid. Por supuesto que no siempre son tan positivas como estas, pero he seleccionado lo mejor para compensar los sermones de la propaganda. La mayoría de estos relatos coinciden con la experiencia personal del autor de esta web. Para obtener una visión más completa de las ventajas e inconvenientes del sexo afrodélico, es recomendable visitar la sección pertinente de Erowid, cuyo enlace he puesto al final del mensaje.

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Copulating, de Alex GreyTé de San Pedro (Trichocereus Pachanoi)
Tuve la mejor experiencia sexual de mi vida. En su punto culminante, le dije a mi novia que sabía a selva tropical y olía como un ángel. La mescalina y el sexo están hechos la una para el otro. Los simples besos eran tan intensos como el mejor orgasmo. Durante las tres horas siguientes estuvimos tumbados en la cama. No me venían a la cabeza los pensamientos profundos y optimistas que suelo tener con psilocibina, sino que era un puto vago que se estiraba, rodaba, sonreía sin parar, sin la menor reserva, absolutamente feliz.
Feeling 'In the Body' Like Never Before

MDMA (Éxtasis)
Bubbles, de Larry Carlson"Ayer pasé la noche con una mujer a la que aprecio y respeto. Nuestras relaciones sexuales siempre habían sido excelentes, pero ella iba a abandonar la ciudad y queríamos más. Tomamos MDMA y nos exploramos y nos abrazamos mutuamente, e hicimos el amor tan despacio que en ningún momento sentimos que nuestros cuerpos estuvieran separados y con tal violencia que las patas del sofá y el borde de la cama rompieron el suelo. Mi primer orgasmo, después de tres horas, fue tan intenso que me sobresaltó. Después de derrumbarme en la cama me sentía como si todo mi cuerpo hubiera implosionado, a excepción de la cabeza, que sentía como molestamente hinchada. Temía una reducción del orgasmo, pero fue todo lo contrario. Sólo puedo comparar este primer orgasmo a cuando una mujer me describe el suyo como "demasiado intenso" y se aparta y se hace un ovillo hasta que recupera el aliento. Es posible que a mí mismo se me escaparan las palabras "demasiado intenso" y realmente sentí como si este orgasmo hubiera sido la contraparte física de la epifanía emocional que había experimentado años atrás. Cuando me corrí entregué todo mi ser, exploté, abandoné mi cuerpo y me uní al suyo en un éxtasis masivo y casi doloroso. Horas más tarde, cuando los efectos de la droga se iban desvaneciendo, tuve otro orgasmo, pero no fue tan intenso ni tan emotivo."
Newly Connected, Newly Erotic

4-Acetoxy-DiPT
Panties, de Larry Carlson"Estaba bastante cachondo, una sensación que había empezado entre una hora y hora y media después de la primera dosis. Esto, unido a una mayor sensibilidad táctil, aumentó notablemente mi interés por el sexo, y me complazco en informar de que las herramientas funcionaron a la perfección. No hubo retraso en el orgasmo y, de hecho, me sentía tan increíblemente bien que fue difícil conseguir que durara mucho. El acto sexual fue absolutamente increíble, con visiones con los ojos cerrados de motivos geométricos muy detallados e intrincados que, en un principio, eran en blanco y negro. Más tarde fueron surgiendo trazos y explosiones de colores iridiscentes."
Great Sex

LSD
Pregnancy, de Alex Grey"Empezó a besarme y sus labios eran maravillosamente suaves. De repente, me di cuenta de que estábamos follando, y empecé a partirme de risa al pensar en ello. Me parecía una cosa tan ridícula y tonta que no puede evitar el reírme. En ningún momento me sentí excitada en lo más mínimo, pero sin duda estaba mojada. Cada uno de sus suspiros desencadenaba en mí un placer tan intenso, que era como si todo lo placentero que yo le hacía me diera placer a mí también. Pensé en lo primario que era todo, como si fuéramos animales (que lo somos). Pensé en lo maravilloso que sería tener un bebé creciendo dentro de mí y él me dijo 'Quiero llenarte de bebés', lo que me pareció increíblemente romántico en ese momento."
Helped Me Become Someone That I Can Love

Flotando, de PJN. Pirateada de renderotica.comMDMA + psilocibes
"Al entrar en este fluir, caemos en la perfección. Cada momento, cada vaivén, es ahora completo, totalmente satisfactorio y arrebatador. El anhelo y su materialización, el buscar y el obtener se han colapsado mutuamente. Cada segundo eterno es indeciblemente delicioso y reconfortante. Historias de amor enteras e innumerables orgasmos no se pueden comparar con esta simple caricia, este beso, esta unión. La unidad entre deseo y afecto, entre querer para uno y querer para la amada, es absoluta. A medida que nos amamos, nos disolvemos totalmente el uno en el otro y nos convertimos en amantes arquetípicos, en toda la doliente humanidad y en la propia vida. Con algunas breves pausas para beber agua y dar algunas caladas a la pipa, esta comunión sagrada se prolonga a través de cada exquisita permutación en un inenarrable éxtasis durante varias eternidades más, desembocando finalmente en un climax tan poderoso y desgarrador que apenas podemos creer que sigamos vivos"
The Gods Make Love

Más en Erowid/Psychoactives and Sex/Experiences
15 julio, 2005

Drogas y corrupción juvenil

Hombre o mujer, hermana o hermano, ¡su lujuria no conocía límites!
Uno de los mejores documentos sobre drogas que conozco es Themes in Chemical Prohibition, escrito en 1979 por William L. White. La ventaja que tienen los textos antiprohibicionistas está en que no envejecen, mientras que los engendros antidroga nacen ya muertos y, antes o después, pasan a formar parte del cada vez más nutrido género del humor involuntario. En el artículo, White pasa revista a los tópicos mas recurrentes de la Prohibición, y uno de los más manidos es el de la asociación sexo/drogas/juventud. Como este meme sigue gozando de una salud a prueba de bomba, el lector podrá comprobar que lo escrito por White hace más de veinticinco años desprende el olor del pan recién horneado.

5. Las drogas se asocian a la corrupción moral de los jóvenes, en concreto a su corrupción sexual

¡Surcaban los hirvientes mares de la depravación!En la literatura prohibicionista, las sustancias químicas han estado inextricablemente unidas desde tiempo atrás a la corrupción sexual de los jóvenes. En 1624, Joan Fran Rauch atacó al chocolate como un violento inflamador de las pasiones. El tabaco se relacionó con la inmoralidad sexual en 1850, y la asociación entre el opio y la corrupción de las jovencitas comenzó en 1882, con la publicación de la obra de H. H. Kane, Opium Smoking in America and China (Fumar opio en EE UU y China), en donde Kane afirma lo siguiente:

"Muchas mujeres alcanzan tal grado de excitación sexual durante las primeras semanas al fumar opio, que los fumadores veteranos, con el único objeto de arruinarlas, les enseñan a fumar. Muchas chicas inocentes y demasiado curiosas han sido seducidas de esta manera."

¡Ella cabalgaba sobre la aguja hacia las profundidades de la depravación!Ya se ha esbozado aquí cómo a principios de la década de 1900, la cocaína se asoció extensamente con ataques sexuales a mujeres blancas por parte de hombres negros. Durante la época del movimiento a favor de la prohibición del alcohol, se atribuyó a esta droga la capacidad de contribuir a excesos sexuales dentro y fuera del matrimonio, y el alcohol se introdujo sutilmente en historias de judíos que "compraban la virtud de vírgenes gentiles" o de sacerdotes católicos que "seducían a las chicas protestantes en los conventos". En una denuncia de la trata de blancas, escrita en los años Treinta, encontramos al archivillano (un supuesto proxeneta) respondiendo a la pregunta de cómo reclutaba chicas para dedicarlas a la prostitución:

"Me hice con un buen número de chicas estudiantes de secundaria drogándolas con mi hierba"

Hay un punto de ironía en este tópico que se revela a medida que uno va leyendo la literatura prohibicionista de sucesivas épocas. De casi cualquier droga a las que se señaló para su prohibición (opio, cocaína, alcohol, marihuana) se ha dicho que causa un deseo sexual incontrolable e incita a atacar sexualmente a indefensas mujeres, y de todas se ha dicho que provocan impotencia.

¡Rock! ¡Sexo! ¡Amor! ¡Marihuana! ¡Acción!En la cobertura que dieron los media a los grandes cambios en los modos de vida de los años Sesenta, fue constante la asociación de las drogas con las comunas, las experiencias prematrimoniales, etc. Las incontables imágenes televisivas de chicas que supuestamente se prostituían para "costear sus adicciones" no fueron otra cosa que una puesta al día de esta viejísima asociación entre sustancias químicas y perversión sexual. La propaganda de estos miedos sobre el destino de nuestros hijos hizo muy difícil (si no imposible) para la mayoría de los norteamericanos el examen cuidadoso y razonado de nuestras políticas de drogas.

De Themes in Chemical Prohibition (versión ilustrada)
Imágenes por cortesía de Vintage Paperbacks
10 julio, 2005

Cristianismo, pornografía y sexualidad

El demonio de la lujuria al asalto de la pureza angelicalComo destacaba Michel Foucault en el primer volumen de su Historia de la sexualidad, los occidentales hemos desarrollado la scientia sexualis en detrimento de la ars erotica, cultivada con mimo por las tradiciones esotéricas orientales y (en menor medida) por el paganismo precristiano. Como consecuencia, nosotros hemos producido obras como los manuales de teología moral, el Psychopathia Sexualis, de Krafft-Ebing, o todas las variedades de pornografía extrema que se pueden encontrar en cualquier sex-shop, mientras que ellos nos han dado El Jardín Perfumado, el Ananga Ranga, el Kama Sutra o La alfombrilla de los goces y los rezos (más expresivo es su título en inglés, The Carnal Prayer Mat), entre otras muchas obras que celebran los placeres eróticos, poniéndolos a menudo en relación con el éxtasis místico.

Pornokrates, de Felicién RopsCon frecuencia olvidamos que, como supo ver el filósofo francés, no hay oposición alguna, sino una continuidad absoluta, entre las invectivas contra el sexo y el cuerpo de los padres de la Iglesia y la mayoría de las producciones que nos llegan de Pornolandia. El desprecio de lo femenino, el regodeo en la suciedad y el asco, el abuso de la transgresión, la asociación entre sexo y violencia, la doble moral (que, pese a la cacareada revolución sexual de los sesenta, sigue gozando de una salud de hierro), forman parte de una herencia de indudable raíz clerical. Para comprobarlo, nada mejor que asomarse a las páginas de Historia sexual del cristianismo, una obra de Karlheinz Deschner donde se examinan con lupa las causas y las consecuencias del radical dualismo cristiano (o mejor dicho, paulino y agustiniano, ya que nada de esto se puede encontrar en las enseñanzas de Jesús de Nazaret) desplegado en torno a cuerpo y alma, materia y espíritu, Cielo e Infierno.

Ángeles y demonios según EscherEste libro se puede encontrar en la Red gracias a un amable internauta que se ha ocupado de ponerlo en su web pero, dado que los e-books no han alcanzado todavía un formato manejable y práctico, es muy recomendable hacerse con esta obra en la edición publicada por Yalde. Por de pronto, y para abrir boca, aquí va un breve fragmento donde Deschner destaca con qué facilidad se puede convertir la pretensión de erradicar la dimensión sexual de la persona en una obsesión erótica rayana en el delirio:

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«Si expulsas a la naturaleza...»

En cualquier caso, la lucha contra la «carne» la renuncia a las rela­ciones sexuales, estaba en el punto central de los excesos de la debilidad que los clérigos han admirado hasta hoy. Por debajo de todas las prácticas ascéticas, de la abstinencia ascética, de aquellos tormentos y torturas as­céticos que, eventualmente, culminaban en el suicidio, la preservación de la castidad fue siempre «la corona y el centro» del cristianismo.

Las tentaciones de San Antonio, de Félicien RopsPues la ascesis sexual es la carga más abrumadora; y, a buen seguro, la que más esclaviza. Es cierto que San Agustín la proclamaba como «fuente de libertad espiritual», pero de hecho pocas personas hay tan poco libres espiritualmente, tan agitadas por el deseo, tan atormentadas por visiones voluptuosas como los ascetas. ¡No fue una casualidad que el peor período de la locura penitencial tras la caída de Roma fuera también el de mayor incultura! Pues quien quiere dominar la sexualidad permanentemente, es permanentemente dominado por ella. Es la abstinencia lo que la convierte en desmesurada, en irresistible, lo que, como dice Lutero, hace del corazón del casto que «piensa en la fornicación día y noche», «un auténtico burdel» y le acomete «como un perro furioso». Si el casto se lanza desnudo entre las hormigas, como Macario, o se revuelca sobre espinas, como San Benito («se tiende sobre espinas y se araña furiosamente el trasero». Lutero, Charlas de sobremesa), si se azota el cuerpo o se arranca la carne, el instinto subyugado simplemente se venga; en una palabra, se vuelve tanto más salvaje e incendiario cuanto más es negada la naturaleza; entonces, el instinto aflige al asceta con más vehemencia y éste, con frecuencia, emplea toda su fuerza en la lucha contra la tentación.

Detalle de Las tentaciones de San Antonio, de Jan Wellens De CockEsto se ha reconocido desde muy pronto, y por todas las partes. Pues no sólo Horacio escribió: «si expulsas a la Naturaleza a golpe de horca, regresará»; luego parafraseado enfáticamente por P.N. Destouches: «Chassez le naturel, il revient au galop». El prior Casiano también lo sabía: «la dificultad de la lucha crece en proporción a la fuerza de cada cual y al desarrollo humano». No obstante, no se extraía de ello la única conclusión razonable, sino que se renovaba constantemente el llamamiento a la lucha y, así, muchos iban tambaleándose desde una neurosis hasta la otra, hacia tinieblas cada vez mayores, con ataques de locura que conducían hacia la misma locura, como admite San Jerónimo. El propio Jerónimo confiesa que fue trasladado en medio de unas jóvenes danzarinas mientras, sobreexcitado por el cosquilleo sensual, hacía compañía a los escorpiones y las bestias: «Mi rostro estaba pálido por el ayuno, pero el espíritu ardía dentro del cuerpo frío por los cálidos deseos, y en la fantasía de una persona muerta a la carne desde hacía tiempo no hervía nada más que el fuego del placer maligno» (10).

Historia Sexual del Cristianismo
06 julio, 2005

La otra cosa

El pasado 2 de julio, José Antonio Millán publicaba en Babelia la reseña de dos libros sobre sexo (Lujuria, de Simon Blackburn y Pensar la pornografía, de Ruwen Ogien). Me gustó mucho lo que decía sobre el segundo de ellos, y lo pongo aquí antes de que desaparezca de la web. He subrayado algunos puntos de contacto entre lo que cuenta Ogien sobre el porno y la percepción de las drogas:

"Pero de esto último quien sabe más es el filósofo moral Ruwen Ogien. Pensar la pornografía es un libro más árido que Lujuria: está escrito con la estructura lógica y el escalpelo de un filósofo analítico, y el resultado es frío (lo que quizá convenga a lo caldeado del tema). Ogien realiza un clarificador recorrido por la historia de las definiciones del concepto, que abundan, por la sencilla razón de que legisladores y educadores han venido considerando necesario proscribir el acceso a determinadas representaciones de contenido sexual. La revisión histórica es muy curiosa: mientras la pornografía era patrimonio exclusivo de las clases acomodadas, la cuestión no se considera problemática. Pero cuando aparecen los medios técnicos de reproducción (de la imprenta popularizada a la fotografía) la cosa cambia: "Las personas con opiniones hechas dicen que esas imágenes causan un considerable perjuicio a los demás", escribía Bertrand Russell, "pero ni una sola de aquéllas quiere reconocer que les han causado perjuicio a ellas". Y el tema de la protección de los más indefensos (antes, las clases populares; hoy, los niños) es constante en el discurso sobre lo pornográfico.

El papel educativo del pornoLa extensión de Internet ha provocado un auge desmesurado en la oferta y el consumo de pornografía (en esto último España está muy a la cabeza de los países de nuestro entorno), lo que hace aún más necesaria la revisión que plantea Ogien. Los puntos debatidos son variados; por ejemplo: la pornografía, ¿puede considerarse educativa? Hay que reconocer que el cunnilingus y la estimulación clitoridiana deben más a este género que a cualquier manual de educación sexual... ¿Es una forma insidiosa de discriminación sexual? Dependiendo de los estudios y las fuentes (y una baza clave de Ogien es presentar las encuestas "científicas" en su contexto ideológico), o bien la mujer es objeto único de degradación en las representaciones pornográficas: sometidas, violadas, golpeadas; o bien éstas degradan por igual a mujeres y hombres (muñecos erectos siempre disponibles); o bien, no hay degradación alguna. Otros temas a los que se pasa revista son los fenómenos de "saturación" ante el consumo constante y las dependencias psicológicas (o adicciones), o el sesgo homosexual (masculino) que puede estar tomando subrepticiamente la pornografía (heterosexual) contemporánea, con su énfasis en las felaciones y en la penetración anal.

Muñeco erecto a punto de degradar a una mujerLa pregunta clave del libro es: ¿qué molesta, en definitiva, de la pornografía? Para Ogien está claro: que, a pesar de datos y estudios que señalarían su (relativa) inocuidad, choca con preconceptos demasiado arraigados sobre lo que debería ser la sexualidad humana. Y esto no puede extrañarnos: se trata de un tema que no sólo lleva preocupándonos desde mucho antes de Platón, sino que además tiene grandes implicaciones políticas: cualquier postura, a favor o en contra, crea extraños compañeros de cama, como el apoyo (luego lamentado) de cierto feminismo norteamericano a las posturas prohibicionistas provenientes del estamento más reaccionario del país. Cualquier control, por otra parte, exige definiciones claras de lo pornográfico, y éstas pueden (lo sabemos desde el Ulysses joyciano, y aun antes) convertirse en formas de censura.

Y es que ante el deseo, la lujuria (o sus representaciones), es difícil permanecer impasible, incluso con sentimientos contrapuestos. Quizá nadie lo retrató mejor que Woody Allen: "Vivimos en una sociedad demasiado permisiva. La pornografía nunca se había exhibido con tal impudor. ¡Y encima las imágenes están desenfocadas!".

La otra cosa
José Antonio Millán
16 junio, 2005

Weblogs eróticos

Las apariencias engañanHe estado visitando los weblogs eróticos que se presentan al concurso del diario gratuito 20 Minutos y el resultado ha sido bastante decepcionante: poesía chunga, fantasías de manual, pajilleros con pretensiones, cuarentones jugando a la colegiala caliente... un desastre.

Echo de menos el primer weblog hispano de este tipo que conocí, ya abandonado pero aún accesible a través de The Archive. En botella de cristal era obra de un anónimo erotómano madrileño (firmaba como Agua) que no se paraba en barras a la hora de contar sus proezas sexuales o sus más salvajes fantasías. El weblog olía a verdad, a sudor y a todo tipo de fluidos corporales y, sobre todo, transmitía su pasión por el sexo sin barreras y una insólita ternura. Era como una versión reducida, pansexual y cibernética de Mi Vida Secreta, de otro autor anónimo, en este caso de la Inglaterra victoriana, cuando el placer del sexo iba inextricablemente unido a la transgresión y podía llevarte al trullo. Vale la pena citar a Walter, incansable follador y, al mismo tiempo, eternamente agradecido a las mujeres:

Una idea un poco literal del cibersexo"La imaginación desempeña un papel fundamental en todos los actos de amor y lujuria, que son términos casi sinónimos. Todos los afectos humanos están engendrados por el acto de la copulación y sus preliminares. El bruto, para quien una mujer sólo es carne fresca con un agujero para joder, el hombre sin imaginación, incapaz de la elevada sutileza de los placeres sexuales, que folla cuando su semilla le intranquiliza el pito, el bruto que sólo entonces piensa en su mujer y le da una palmada en el trasero despidiéndola tan pronto como ha terminado, él es el bestia, porque sólo él hace exactamente lo que hace la bestia, el animal, y nada más (...) Las mujeres han sido el placer de mi vida. Amaba el coño, pero también a quien lo tenía; me gustaba la mujer con quien follaba, y no sólo el coño donde lo hacía"

De Mi Vida Secreta

Para una reivindicación del pobre Walter (maltratado por moralistas de toda laya) y de su monumental obra (once volúmenes), nada mejor que el Retrato del libertino, una de las obras menos conocidas de Antonio Escohotado.

Volviendo a los sexblogs, entre toda la morralla que aspira al premio de 20 Minutos debo salvar al menos el rincón de La Petite Claudine, cuya autora trata el sexo y el erotismo con elegancia, inteligencia y un sanísimo sentido del humor (se habla mucho del sexo sin amor, pero poco del sexo sin humor, un pecado no menos grave). El weblog de Claudine (seudónimo sacado de un personaje de Colette) no es exclusivamente erótico, pero este tipo de cuestiones tienen allí un peso importante. Cabe destacar su serie por entregas 10 to anal, un pequeño manual de introducción a la sodomía (según la descripción de su autora) deliciosamente maquiavélico.
28 mayo, 2005

El cuerpo deformable

... Vieron que estaban desnudos y cosieron hojas de higuera para vestirse...Ninguna comunidad consiguió ser tan contradictoria con el cuerpo como la cristiana.

Todo el mundo copula con el mismo entusiasmo en todas partes. Pero no todos del mismo modo. Existen tradiciones que hicieron de la sexualidad una espléndida liturgia de aromas íntimos, oposiciones fantasiosas y sutilezas místicas. Los chinos clásicos, por ejemplo, creyeron que se puede conquistar la inmortalidad por la prolongación del coito. Y la eterna juventud por el trato con las muchachas. El sexo es espíritu, puerta, para los gnósticos.

En el cristianismo, a pesar de la satanización criminal del deseo, la experiencia de la divinidad está emparentada con la exaltación sexual. Los psicoanalistas de los éxtasis de Santa Teresa y los otros héroes de la mística cristiana asimilan por razones semánticas, metafóricas y fisiológicas la explosión orgásmica al arrebato superlativo de los santos.

No todos los indios son tántricos. Gandhi mantuvo una relación tormentosa con su carne, siendo tan poca, muy cerca de la infamia católica, que condenó la realidad del cuerpo reduciéndolo a la condición del sucio soporte, efímero e irreal, de una hipótesis.

Sexo límpido consentido y domésticoMonte Ávila de Venezuela publicó hace años un libro clásico sobre la vida sexual en la antigua China. Según el autor, Van Gulik, la vieja China conservó el sexo límpido, consentido como un goce doméstico, y desconoció en consecuencia la peste de los abusadores de niños y los maniáticos abstrusos, superabundantes entre nosotros. Como el hombre que se vestía de payaso para atraer a las víctimas de sus brutalidades homosexuales. Y cuyos tiernos bagazos sepultaba bajo unos rosales de Chicago. O la familia de maestros norteamericanos en cuya escuela de sádicos sometían a los alumnos a un tratamiento intensivo de crueldad, desgarramientos anales, bestialismo y culpa. El extremo sacramental de la sexualidad del puritanismo. El deseo realizado como retorcimiento espiritual. Como venganza contra el ideal canónico de pureza.

La exacerbación del sentimiento cristiano del cuerpo como enemigo, heredado tal vez del maniqueísmo, agudiza las tendencias aberrantes. El ansia de retar al infierno y penetrar los abismos de la transgresión. No existe en el orbe católico un libro como los tratados del amor musulmán, o tántrico, o chino.

Las mujeres son muy, muy malasHoy proliferan los libros sobre la lucha de los sexos, en reemplazo de los libelos del pasado que identificaron a la mujer con el diablo. La emasculación de Orígenes es una imagen extremista de un repudio mezquino.

Los primeros misioneros en América confundieron la inocencia con la desvergüenza de los aborígenes. Que copulaban sin misterio y sin asco. Y andaban por el mundo como Dios los hizo. Lo primero que hicieron fue vestirlos. Y luego los pusieron en contradicción con sus pulsiones más hondas, poderosas, inevitables.

Pero la sofisticación de la negación del placer orgánico no es privilegio del catolicismo. Los santones arios ensimismados en sus visiones vacías, Sócrates resistiendo a la belleza de los jóvenes y las purificaciones ascéticas de los reyes precolombinos en sus casas del llanto expresan el mismo inescrutable malestar del cuerpo, hecho para la dicha y para la muerte. Los cronistas dejaron testimonios delirantes de las orgías de los mexicanos. Un pueblo unánime se entregaba al escarnio. Al desangre turbulento. A la autoflagelación. Al sacrificio multitudinario a los dioses de pesadilla.

Sin embargo, ninguna comunidad consiguió ser tan contradictoria con el cuerpo como la cristiana. Ninguna sacralizó la inocencia de los niños, una forma de pagarles la exclusión radical de la sexualidad, y ocultó con tanto celo y vergüenza sus labores amatorias. Y al mismo tiempo abusó de los niños sistemáticamente en las sacristías, los colegios y los hogares.

Además vivimos al mismo tiempo bajo la dictadura del miedo y la tiranía del desnudo. Todo el mundo quiere desnudarse. Todos los que pueden se desnudan. Los muros están llenos de mujeres y hombres desnudos que venden cosas. O a sí mismos. Los periódicos, las revistas, la televisión, el cine. Como si escapando de la sórdida, arcaica aniquilación teológica de la carne rebajáramos aún el milagro, la gloria y la miseria del cuerpo en la mercadotecnia. El cuerpo ha dejado de ser, por fin, entre nosotros, un problema del alma. Y acabó revelándose en la feria de las siliconas como baratija plástica, como el producto insulso del gimnasio.

Eduardo Escobar en El Tiempo de Colombia
Encontrado en Libro de Notas
26 mayo, 2005

Lorena, ay mi Lorena

Lorena Berdún: Sexo sí, drogas noYa han pasado un par de semanas desde la emisión del programa de Lorena Berdún dedicado a sexo y drogas, pero se trata de una cuestión que no está sometida a los vaivenes de la actualidad, así que mi comentario no va a perder validez. El pasado jueves 12 anunciaba aquí el especial de Dos Rombos con estas palabras:

"Mucho me temo que el programa incluirá un buen montón de mitos y muy poca información fiable, pero habrá que verlo"

Pues vi el programa y, como era de temer, fue una infamia. Los sexólogos modernos (ya sé que Lorena Berdún no lo es, pero actúa como tal) no se cortan un pelo a la hora de aconsejar con una sonrisa de oreja a oreja sobre el mejor lubricante para practicar el fist-fucking sin que al fisteado se le rompa el esfínter, pero ponen el grito en el cielo ante la mención de palabras como "marihuana" o "Éxtasis".

A los del gremio les falta tiempo para citar una serie de efectos secundarios tan reales como los que se atribuían en un pasado no muy lejano a la práctica de la masturbación: locura, esterilidad, impotencia, muerte, etc. Pero vamos a darle un repasito pormenorizado al programa, que tuvo tela.

La pizpireta presentadora empezó enumerando lo que la gente suele buscar en un afrodísíaco y se centró en tres aspectos: aumento del deseo, de la excitación (o Tres ingenuas jovencitas en plena desinhibición alcohólicapotencia) y de la intensidad del orgasmo. No seré yo quien lo discuta, pero uno busca además efectos como el aumento de la sensibilidad, del aguante o de la afectividad, factores que no son menos importantes en una relación sexual satisfactoria que los otros.

Casualmente, una droga como el MDMA o dosis bajas de un psiquedélico pueden actuar muy positivamente sobre todos estos aspectos, algo que en ningún momento se mencionó en el programa. Muy al contrario, Lorena se explayó sobre cuestiones como la mortalidad asociada al Éxtasis (38 muertes en diez años en España), sus efectos negativos sobre la erección (que no duran más allá de las primeras cuatro horas) y, lo más gordo, habló de que esta sustancia tiene un "efecto distorsionador" (que bien se podría cambiar por "modificador") y "hace pensar que estás teniendo una relación placentera, pero no es verdad". No es la primera vez que escucho este disparate, pero uno se pregunta cómo se puede simular el placer y si se podrá hacer lo mismo con el dolor ("lo tuyo no es un dolor real, sino ficticio"). Y es que hay pocas cosas más solidas, reales y rotundas que el placer y el dolor. O se sienten, o no se sienten. Puede haber diferencias de intensidad, pero no existen los placeres ni los dolores irreales.

El tratamiento de las diversas drogas fue deslabazado y superficial, y en todos los casos se insistió en sus riesgos al tiempo que se negaban sus beneficios (pregunta: entonces, ¿por qué hay tanta gente que usa drogas para mejorar sus relaciones sexuales?). Tan sólo en el caso del alcohol se admitió que una cantidad pequeña podría facilitar la desinhibición, pero en modo alguno se aplicó el mismo razonamiento a las sustancias ilegales. Lo que viene después de los cantos regionalesEs evidente que un poco de marihuana o un par de rayas de cocaína pueden tener un efecto positivo sobre la sexualidad; tan evidente como que una dosis masiva de cualquier droga puede dar al traste con la libido del más ardiente erotómano.

Una brujilla marihuanera ¡Cuidado con la sequedad vaginal!Lorena dedicó una atención especial a la marihuana: que si esterilidad, que si sequedad vaginal, que si disminución de la testosterona... En su apoyo, recurrió a una empleada de un smart shop holandés quien, en un castellano digno de Doña Croqueta, hizo gala de una ignorancia enciclopédica sobre el cannabis y sus efectos sobre la fertilidad, gravísimos según la "experta". Estas afirmaciones se basan en estudios con animales a los que se administran cantidades ingentes de THC, y jamás se ha encontrado nada similar en humanos que, por otra parte no se inyectan el THC como se hace con las ratas, sino que lo inhalan. Para más detalles, en la web de la IACM se recogen diversos testimonios sobre este asunto. Curiosamente, la holandesa no dijo una palabra sobre los numerosos productos supuestamente afrodisíacos que se venden en los smart shops holandeses.

De los psiquedélicos (psilocibina, LSD, mescalina), se mencionó poco más que su capacidad para desencadenar terribles experiencias (conocidas como "malos viajes"), sin que se hiciera referencia alguna a la posibilidad de ingerir dosis medias, con las que la eventualidad de un mal viaje es despreciable. Mucha gente utiliza estas drogas como afrodisíacos con excelentes resultados (como se puede comprobar en cientos de foros de Internet), pero las orejeras antidroga de los sexólogos les impiden verlo. Está claro que estos profesionales se comportan como Penélope en La Odisea: destejen unos mitos para tejer otros. A ver cuándo dejan de poner la moral y el prejuicio por delante de la ciencia y la experiencia, que ya hemos soportado durante demasiado tiempo los mitos sexuales como para aguantar otros cien años de mitos sobre drogas
25 abril, 2005

La liga antisex ataca de nuevo

¿El sexo como arma para el genocidio?
"Creemos que el sexo es similar a las drogas, tanto en sus efectos físicos como sociales. El sexo pone instintos primitivos por sobre el intelecto, y convierte al ser humano en un animal primitivo", explica Yuri Nesterenko en su página. "El sistema de prioridades se deforma; esto conduce a perversiones de todo tipo, incluyendo algunas peligrosas para la sociedad. Incluso sin perversiones, la urgencia de obtener una nueva dosis de la "droga" lleva a gente de todo tipo a cometer errores estúpidos, engaño y crimen. El sexo suele arruinar amistades, y estimula la mentira y el juego injusto. Si la energía que la humanidad desperdicia en la satisfacción de la lujuria se usara en áreas más valuables, la civilización alcanzaría mucho más éxito, y habría menos conflictos destructivos entre individuos y grupos sociales".

Uno ya estaba familiarizado con los juramentos de virginidad de los pobres chavalitos del Bible Belt norteamericano o con las chaladuras del doctor Kellogg (véase El balneario de Battle Creek), pero esto ya es demasiado.

Eso sí, en una cosa coincidimos con Nesterenko y sus muchachos: las drogas tienen mucho que ver con el sexo, y tan estúpida es la idea de un mundo sin sexo como la de un mundo sin drogas. Habrá quien se ría a carcajadas de las ideas de estos herederos de los skopsi rusos (información sobre esta secta del siglo XVIII al final de este enlace) pero, no debería hacerlo si apoya los esfuerzos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes para erradicar las drogas, tan naturales, tan legítimas y tan extendidas como el folleteo. Algún día, las actuales nociones sobre las drogas como un "flagelo" serán consideradas con el mismo estupor que hoy nos causan las ideas de Nesterenko y sus compañeros de celibato a perpetuidad.

Más en: Antisexo: Proponen la fertilización para preservar la raza humana
23 abril, 2005

Neelesha: la tentación vive en Oriente

Neelesha: la tentación vive en Oriente
Esta señorita que fuma mirando a la cámara con un aire entre desafiante y seductor es Neelesha Bavora/Bartel. Pongo dos apellidos porque con el primero de ellos encarnó a Sujata en Samsara, mientras que con el segundo figura en la poca información que he conseguido sobre ella en Internet (así como la foto que ilustra esta entrada, que podrás ver a tamaño más grande y sin tratar aquí). Como el texto que acompaña a la imagen está en alemán y mi familiaridad con este idioma es nula, lo único que he podido deducir de él es que, aparte de su único papel como actriz en la peli mencionada, Neelesha ha dirigido un corto sobre la inmigración en Berlín, ciudad donde reside.

En Samsara, Neelesha hacía perder la cabeza al protagonista (un monje bastante reacio a permanecer alejado de los placeres del mundo) y, a pesar de que su belleza no se ajusta en lo más mínimo al canon habitual, no era difícil de entender, porque uno ha visto muy pocas veces una representación tan perfecta de la tentación y la seducción en una sala de cine. Y tampoco es muy frecuente un tratamiento tan exquisito y al mismo tiempo tan natural como el que daba Pan Nalin, director de esta espléndida película, a sus secuencias eróticas. Tashi recupera el tiempo perdido con Pema, su legítima esposaEn concreto, la que protagonizaba ella era de las que no se olvidan (salvando las distancias, recordaba a la escena del pañuelo en Amantes, de Vicente Aranda).

Y es que Neelesha Bavora es un soplo de aire fresco (o tórrido, según se mire) en una iconosfera erótica plagada de muñecas recauchutadas en dios sabe qué quirófanos siniestros, de fetiches baratos de usar y tirar, de putarracas que confunden la ordinariez con la gozosa desinhibición de la sexualidad libre, de pornochachas que se presentan como glamourosas diosas del amor. Y no es que uno se vaya a sumar al coro de los puritanos que, tanto desde la izquierda como de la derecha, claman contra el muy honesto negocio de la pornografía, pero mujeres como ésta nos recuerdan que hay vida más allá de la silicona y del modelo Barbie/Pamela Anderson, y que el erotismo es algo más que dobles penetraciones y lefazos en la jeta. Otros sex-symbols diferentes irán apareciendo por aquí en próximas actualizaciones de Afrodelia.
15 abril, 2005

Del cannabis y sus efectos afrodélicos

El poder sexual de la marihuana
Hasta hace un par de años pensaba que era un bicho un poco raro, pues no es frecuente escuchar experiencias acerca de la práctica del sexo bajo la influencia del cannabis. Sin embargo, yo he tenido experiencias sexuales tan intensas estando fumado que han llegado a cambiar mi concepción sobre lo que era posible sentir. En concreto, desde mi punto de vista de hombre, siempre tiendo a pensar que he sido capaz de entender y llegar a percibir lo mismo que siente una mujer, que generalmente tienen orgasmos mucho más prolongados y aparentemente más intensos y placenteros, además de disfrutar posiblemente mucho más durante todos los momentos del juego sexual (al menos esa es la experiencia con mi pareja, que no fuma). Además, en mi caso, acrecienta el deseo y la capacidad sexual, pudiendo aguantar mucho más tiempo y disfrutando más intensamente. Mi pareja no sólo lo agradece, sino que asegura que los momentos de máximo placer los obtiene sin duda cuando yo he fumado previamente.

Trato de describir brevemente los cambios en la percepción que se producen:

La agudización extrema que se produce en todos los sentidos, es máxima en el tacto. Una mínima caricia o roce produce una cadena de sensaciones y efectos muy profundos, de modo que si el contacto se produce directamente en una zona muy sensible, puede ser incluso excesivo. La relajación extrema te permite concentrarte totalmente en la superficie de la piel, y los sucesivos contactos y caricias, especialmente si son orales, y te van llevando a un estado de bienestar y placer que puede hacer que te desconectes absolutamente de la realidad y sólo tengas placer casi ilimitado, tanto que nunca creí que fuera posible.

No exagero un ápice, y con buena música es aún mejor. También depende del tipo de maría y de la dosis, que no debe ser excesiva.

Decía que me consideraba un bicho raro, pero últimamente he hablado con algunos colegas que describen exactamente lo mismo que yo, así que no debe ser un caso único. Me gustaría saber si es frecuente que la maría produzca una amplificación enorme en las sensaciones sexuales, o sólo nos pasa a algunos privilegiados.

Enviado al cannabiscafé por Yopispo
12 abril, 2005

Frutos del mar

Concha marinaUn trabajo dice que hay moluscos afrodisiacos
A.R.


Los responsables de un estudio dado a conocer en la reunión anual de la Sociedad Americana de Química, celebrada estos días en EEUU, sostienen que el mito de los alimentos afrodisiacos no es tal, al menos en el caso de moluscos como las ostras, almejas o mejillones. Según parece, estos productos contienen elementos que favorecen la liberación de testosterona y estrógenos (hormonas sexuales). «El trabajo es muy interesante, pero aún hay algunos puntos que aclarar; fundamentalmente, si los hallazgos, realizados en animales, son aplicables a los humanos», ha señalado Robert Shmerling, profesor de la Universidad de Harvard (EEUU) para acallar el revuelo que ha suscitado esta curiosa investigación. De todas formas, si quiere probar por ver qué pasa, recuerde que los moluscos debe comerlos crudos.

Publicado en El Mundo Salud
Imagen original en Yoniversum
04 abril, 2005

Carlos Boyero y las drogas

Boyero en estado alterado de conscienciaEn respuesta a un internauta en un Encuentro Digital de El Mundo, Carlos Boyero nos informaba hace unos años de un uso de ciertas drogas que nunca habríamos sospechado en alguien como él:

33. ¿Te interesan sustancias como la psilocibina, mescalina,...? ¿Has probado hongos enteogenos, peyote...?

Me interesa todo lo que coloca. He probado el peyote, la datura, el LSD, la mescalina, el éxtasis, pero no son mis drogas favoritas. Se te puede ir la olla y quedarte colgado. Son cosa de jóvenes y yo ya no lo soy.

Encuentro Digital 1

Las drogas favoritas de Boyero no son ningún secreto, y es muy de agradecer la franqueza que siempre ha mostrado al hablar de estos temas. Veáse este otro ED:

6. El sábado probé por primera vez el éxtasis. Impresionante, mejor que cualquier droga que haya probado antes, ¿qué te parece a ti?

Está bien pero yo prefiero el alcohol, la cocaína y el sexo. Procure que no le impresione demasiado porque las sinapsis estará hecha una mierda dentro de un tiempo si sigue frecuentando esa compañía. Además la necesitará para poder pensar que alguien le quiere.

Encuentro Digital 2

Si tenemos en cuenta los graves problemas de salud, tanto físicos como mentales (y no me refiero a psicosis y demás, sino a sus míticas depresiones), que ha padecido este columnista durante los últimos años, no parece la persona más indicada para aconsejar a los demás sobre sustancias que, bien usadas, pueden ser muy gratificantes y mucho menos peligrosas que las que él consume. Sin olvidar que los psiquedélicos (con la posible excepción de la datura) no vuelven loco a nadie que no esté predispuesto y el uso moderado de éxtasis no hace tanto daño a las "sinapsis" como el de alcohol o cocaína, drogas, por cierto, especialmente incompatibles con una vida sexual rica y plena.

Desde afrodelia nos permitimos aconsejar a Carlos Boyero un regreso a sus hábitos de juventud, un abandono de sus vicios de la edad madura y un estudio a fondo, más allá de pánicos morales, de los verdaderos efectos del éxtasis y las drogas psiquedélicas.
12 marzo, 2005

Sexo y psiquedélicos

Mariano Antolín Rato: un veterano de la psiquedelia
Mariano Antolín Rato

Sin proponérmelo, he dejado casi para el final la breve información sobre uno de los efectos más llamativos y discutidos de los psiquedélicos: su poder afrodisíaco.

El sexo y los psiquedélicos se han unido desde siempre, como señala Allegro en su libro lleno de materiales fascinantes y de conclusiones bastante discutibles (18).
Sexo y cannabis se consideran detenidamente en un informe inglés bastante reciente y fiable (19) que estudia los efectos de ese producto. La conclusión estadística es que, por inmensa mayoría, los consumidores de marihuana, hashish y demás derivados, admiten que, de diversas formas, sus capacidades sexuales y su disfrute sufre un notable incremento. Mi experiencia está de acuerdo.

Leary, en su famosa entrevista de 1966, en la revista Play Boy, apuntaba que la capacidad afrodisíaca del LSD constituía una de sus propiedades más importantes y también uno de sus mayores secretos.

A partir de entonces, las opiniones difieren. Unos dicen que es afrodisíaco sólo en el sentido de su capacidad para aumentar las experiencias sexuales cuando éstas ocurren, pero no las desencadena. Otros aseguran que el LSD aumenta únicamente el erotismo mental, lo que no implica que haya una reacción equivalente en el plano físico. Así, cuando se hace sexo en ácido, el incremento se refiere a las ilusiones, distorsiones, formas, pero no a la realidad: no hay mayor número de orgasmos, por ejemplo.

Resulta casi innecesario señalar que se puede argüir con toda justicia que en el sexo la sensación es realidad. Por mi parte (y coincidiendo con tantos) quiero señalar que siempre he experimentado un aumento de intensidad en el placer, y que el juego erótico (y pornográfico, si se quiere) resulta incomparablemente divertido y placentero. Es como si uno sintiera renacer toda su sexualidad. Se diría que tiene lugar una recuperación de todo tipo de experiencia sexual previa, real o imaginaria. La historia sexual, incluso la que se desarrolla sin salir de la mente, se pone en acto y de un modo tremendamente gozoso.

Sin embargo, no parece que esto sea norma universal. Algunos de mis amigos/as que tienen actividades sexuales de modo regular y, según dicen (y no tengo motivo para dudar de ello), plenamente satisfactorias, viajando en ácido no manifiestan, ni se proponen, ningún tipo de comportamiento sexual explícito. Ante esto, suelen decir que simplemente el asunto no les interesa entonces.

En mi opinión (y como siempre apoyándome además en experiencias propias y observadas y escuchadas y leídas), hacer sexo en ácido, si bien es sumamente placentero, puede resultar psíquicamente arriesgado. Hay momentos en los que la imaginería evocada a partir del compañero/a parece, cuando menos, chocante. Uno se encuentra follándose, en momentos alternativos y simultáneos, desde una iguana, pongo por caso, al cuerpo compendio amplificado de todos los glamores peliculeros. Una chica que conozco se sintió violentamente violada durante un viaje de ácido y pudo disfrutar del hecho sin ningún riesgo ni molestia subsiguiente: estaba en su casa, en su cama y con su ligue habitual (por otra parte, persona totalmente pacífica y hasta un poco tímida a la hora de hacer sexo). Debido a esto, se comprende que algunas personas se asusten y desquicien más allá de lo controlable por sí mismas.

Una vez, fui testigo de un caso de este tipo. Y las personas implicadas, aún después de haber bajado por completo, continuaron sufriendo desajustes (sociales y sexuales) porque no podían aceptar la iconografía sensitiva que se había suscitado durante su actividad sexual en ácido. Hablaban de representaciones de padres, hermanos, madres... (ilustraciones para un libro de Freud) que no podían rechazar. Eso les hacía sufrir, y mucho. Se trata del mal viaje de ácido más duradero que he visto. Pero en cuestión de una semana o así ya habían vuelto a su estado habitual, a decir verdad nunca, ni antes, ni después, ni durante el ácido (como se ha visto) excesivamente equilibrado.

Yo mismo he tenido atisbos de algo semejante, pero ante la disyuntiva que se presentaba: cortar el asunto y renunciar al goce, exponiéndome a los riesgos que eso supone, y humillar sexualmente (como entonces me decía) a la imagen suscitada por la persona con quien me acostaba, opté por la segunda alternativa. Y, dispuesto a cargar con las consecuencias de lo que en aquel momento consideraba irreparable transgresión, me encontré en pleno orgasmo sin que la losa de la inflexible ley natural (como la llaman) cayera sobre mí. Losa que, dicho sea de paso, sigue sin haberme aplastado todavía.

Fragmento de Los Psiquedélicos Reconsiderados: (Notas de un viajero incorregible. El LSD a los veinte años de su difusión. Historia, mitos, usos y abusos. El ácido en España)

Encontrado en Mundo Antiprohibicionista

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