
Echo de menos el primer weblog hispano de este tipo que conocí, ya abandonado pero aún accesible a través de The Archive. En botella de cristal era obra de un anónimo erotómano madrileño (firmaba como Agua) que no se paraba en barras a la hora de contar sus proezas sexuales o sus más salvajes fantasías. El weblog olía a verdad, a sudor y a todo tipo de fluidos corporales y, sobre todo, transmitía su pasión por el sexo sin barreras y una insólita ternura. Era como una versión reducida, pansexual y cibernética de Mi Vida Secreta, de otro autor anónimo, en este caso de la Inglaterra victoriana, cuando el placer del sexo iba inextricablemente unido a la transgresión y podía llevarte al trullo. Vale la pena citar a Walter, incansable follador y, al mismo tiempo, eternamente agradecido a las mujeres:

De Mi Vida Secreta
Para una reivindicación del pobre Walter (maltratado por moralistas de toda laya) y de su monumental obra (once volúmenes), nada mejor que el Retrato del libertino, una de las obras menos conocidas de Antonio Escohotado.
Volviendo a los sexblogs, entre toda la morralla que aspira al premio de 20 Minutos debo salvar al menos el rincón de La Petite Claudine, cuya autora trata el sexo y el erotismo con elegancia, inteligencia y un sanísimo sentido del humor (se habla mucho del sexo sin amor, pero poco del sexo sin humor, un pecado no menos grave). El weblog de Claudine (seudónimo sacado de un personaje de Colette) no es exclusivamente erótico, pero este tipo de cuestiones tienen allí un peso importante. Cabe destacar su serie por entregas 10 to anal, un pequeño manual de introducción a la sodomía (según la descripción de su autora) deliciosamente maquiavélico.
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