22 noviembre, 2006

MDMA, sexo y Tantra

La pareja primordialUna de las características más alucinantes de las drogas prohibidas es que sólo se suele conceder la palabra para hablar de ellas a quienes no las han probado jamás (los llamados "expertos") o a quienes no han sabido usarlas (consumidores o ex consumidores arrepentidos). En ningún otro ámbito del conocimiento humano se da este curioso fenómeno. Afortunadamente, no es este el caso de Raúl del Pino, que generosamente ha puesto a disposición de todo el mundo un gran artículo donde explora -aunando el conocimiento teórico con el práctico- las posibilidades erógenas del MDMA (más conocido como "Éxtasis") y sus ventajas en la práctica del sexo tántrico. El artículo es ciertamente exhaustivo y de lectura obligatoria, tanto para quienes piensan que el MDMA es un afrodisíaco irresistible como para quienes opinan que su efecto sobre la sexualidad es nulo o claramente negativo. Más allá de su titular, el artículo contiene información de gran interés sobre el uso de MDMA en contextos sexuales, como el gráfico donde se detallan las diversas fases de actuación de esta droga, dado que no todas son favorables para la actividad sexual.

Es posible que este extenso trabajo cause cierta alarma entre los practicantes ortodoxos de esta tradición milenaria, pero les invito a contemplarlo sin prejuicios, más aún cuando el Sendero de la Mano Izquierda se distingue por su desprecio, e incluso por la trangresión, de las rígida moralidad que es propia de las religiones positivas y clericales.

Un libro imprescindibleEl documento es un facsímil en formato pdf de lo publicado en Spannabis y, dada su extensión y la cantidad de ilustraciones que lo acompañan, está dividido en dos partes. Si es usted un Shiva, búsquese una Shakti (y viceversa) y a disfrutar, que son dos días. O, en palabras del propio Raúl:

«Como punto final, un deseo: que nuestras experiencias tántricas con MDMA nos hagan disfrutar y ser felices. Que esa felicidad se extienda mucho más allá de las barreras temporales de una noche, que se convierta en una lente que nos haga ver el mundo con otros ojos, con una perspectiva más mágica y llena de amor hacia lo que nos rodean.»

MDMA, sexo y Tantra (Parte I)
MDMA, sexo y Tantra (Parte II)

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