Es muy frecuente entre algunos occidentales (especialmente en el reino de la psiconáutica) la exaltación indiscriminada de las culturas exóticas y antiguas acompañada de una crítica implacable a todo lo relacionado con la cultura propia y actual. Por eso me ha encantado encontrarme con este blog dedicado a las filosofías de la India donde se comenta un trabajo de Aldous Huxley sobre sus viajes por el Caribe. En él se comparan las diferentes actitudes de las culturas maya e hindú en lo referente al sexo, la mujer o la guerra. Viene muy bien para recordar que cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor, y que, lejos de las fantasías sobre edades doradas y buenos salvajes, siempre ha habido civilizaciones aficionadas a la guerra, la austeridad y la sangre y otras (que merecerían en exclusiva el calificativo de "civilización") que han optado por el comercio, la sensualidad y el cultivo de los placeres.Comida, arte, sexo: filosofía"Un rasgo notorio es la ausencia de lo femenino en la iconografía maya. No hay diosas del amor ni siquiera de la fertilidad. La conservación y reproducción de la especie humana está consagrada a una deidad masculina que blande un hacha, ya que es tanto dios del rayo como de la lluvia como de la fertilidad, y tiene hocico de tapir. No hay incluso dioses o diosas protectoras o benefactoras del acto sexual: 'en el arte para ellos el sexo era impensable'.
En cambio, el arte indio se impregna y transmite sensualidad en toda su porosidad. Ni un Rubens ni un Renoir se hubieran sentido mal recibidos en esta iconografía. Lo femenino y lo masculino están henchidos de movimientos barrocos en sus cuerpos, hasta los animales llevan esta impronta, y 'hasta las formas ornamentales tienen una cierta sensualidad. Tocados, brazaletes, ajorcas, tienden a ser interpretados como pliegues de la carne'. La curva, apoteosis de lo sensual, domina el trazo indio. La recta el trazo maya."
Para no quedarme con la primera impresión he buscado alguna muestra de expresión erótica en el arte maya y sólo he podido encontrar un par de tristes ejemplos que no aguantan la comparación con las maravillosas estatuas de templos como Khajuraho, tanto en cantidad como en calidad y gracia.De haber podido elegir otra época y otro lugar para vivir (y quitando la gran civilización micénica, de la que espero hablar en breve), quien esto escribe no habría dudado un segundo en optar por la India contaminada por el tantrismo (que la India brahmánica es extremadamente puritana) frente a las muy militaristas e imperialistas culturas maya o azteca.
Galería erótica precolombina
Esculturas eróticas en templos hindúes







